Resumen de comunicación
Presentación:
Comunicación oral
C-12 - Análisis descriptivo del uso del PET-TC colina en pacientes con cáncer de próstata en el HGUCR
Grande Murillo, David; López Sánchez, David; Puerto Puerto, Alejandro Lorenzo; Rodríguez López, Sabela; Damas Arroyo, Francisco José; Campos Valverde, Daniel; Pérez-Utrilla Pérez, Ángel Manuel; Areche Espiritusanto, Jennifer; Lara Isla, Alba; Laguna Urraca, Ginés; Ladrón Gil, Concepción; Polanco Corchero, Asterio; Calahorra Fernández, Luis
Servicio de Urología del Hospital General Universitario de Ciudad Real
INTRODUCCIÓN: De todos los pacientes con cáncer de próstata localizado tratados inicialmente con intención curativa (QX o RT), hasta un 15-30% llegan a presentar progresión bioquímica (entendido como PSA >0.4 ng/ml tras cirugía o dos elevaciones del PSA > 2 ng/ml del valor nadir tras radioterapia). El PET-TC colina se ha convertido en una herramienta fundamental para confirmar la progresión de la enfermedad bien de forma local, ganglionar o metastásica tras dicha progresión bioquímica. El objetivo de la actual revisión es evaluar el uso que se da a esta herramienta por parte de los profesionales sanitarios del Hospital General Universitario de Ciudad Real y el perfil de los pacientes sometidos a dicha prueba diagnóstica.
MATERIAL Y MÉTODO: Para realizar un análisis descriptivo se han considerado como criterios de inclusión todos los estudios PET colina realizados entre el 1 de Enero y 31 de Diciembre de 2018 en el HGUCR, en pacientes con diagnóstico de cáncer de próstata. Se han aceptado todos los motivos de petición de la prueba.
RESULTADO: Se han incluido un total de 55 pacientes de nuestro área que en el año 2018 se les ha realizado un PET-TC colina con motivo del diagnóstico reciente o seguimiento de su cáncer de próstata. La mayoría de las solicitudes las realizaron los servicios de Urología (48%) y Oncología Radioterápica (35%). El 54% eran pacientes con ca de próstata de alto riesgo, 40% de riesgo intermedio y 6% de bajo riesgo al diagnóstico. Los principales motivos por los que se solicitó la prueba fueron la recidiva bioquímica (27%) y la resistencia a la castración (24%), junto a otros menos frecuentes como la tipificación de lesiones descritas en otras pruebas (gammagrafía o TC), estudio de extensión, respuesta a tratamiento con Ra 223 o por sospecha de persistencia de enfermedad tras prostatectomía radical. La relación entre el PSA y el resultado del PET ha sido ascendente, con una media de PSA de 2.64 ng/ml en estudios negativos, PSA de 28.9 ng/ml en estudios con afectación local y PSA de 36.5 ng/ml en estudios con afectación metastásica (ósea o ganglionar). Además, el PET-TC ha sido decisivo en el manejo posterior en la mayoría de pacientes, realizándose inicio de bloqueo hormonal en el 24% de los pacientes (el 50% de ellos pese a un resultado de PET-TC negativo), prostatectomía radical con o sin linfadenectomía en un 15% de los pacientes, inicio de tratamiento con abiraterona/enzalutamida o QT en un 21% de los pacientes o linfadenectomía de rescate en un caso con metástasis ganglionar única. En un 25% de los pacientes se decidió seguimiento con PSA sin modificación de la terapia previa al PET-TC.
CONCLUSIÓN: El PET colina es una herramienta fundamental en el manejo actual de pacientes con cáncer de próstata tratados con intención curativa y que sospechamos recidiva o progresión de la enfermedad. Sin embargo, con la revisión hemos detectado peticiones que no parecen del todo apropiadas; Realizar un uso racional de esta prueba, que supone un coste económico importante, es fundamental para no aumentar innecesariamente el gasto económico directo e indirecto, manteniendo una buena calidad asistencial. Debemos valorar el coste/beneficio que va a suponer para el paciente la realización de un PET colina y valorar si es imprescindible en nuestro manejo de la enfermedad.